TEL AVIV (Enviada especial).- La tan temida escalada en Medio Oriente ya es realidad. Los israelíes se aprestaban este miércoles a celebrar un Rosh Hashaná (año nuevo judío) dramático, justo el día después del temible, aunque inocuo, ataque iraní con más de 200 misiles, que al margen de haber sumergido a todos de nuevo en el terror y en los refugios, dejó salir a flote una novedad escalofriante.